EL GUERNICA
Título: Guernica
Autor: Pablo Picasso
Cronología: 1937
Estilo: cubista, expresionista
Técnica: óleo sobre lienzo
Tema: denuncia política
Localización: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid)
Biografía del autor
Pintor, escultor, grabador y ceramista, Pablo Picasso fue muy precoz en el aprendizaje del arte pictórico, dominando la técnica académica cuando todavía era un niño. Entre los años 1900 y 1904 vivió alternativamente en Barcelona y París donde recibió un gran número de influencias, apreciables especialmente en su llamada época azul.
Afincado en la capital francesa, el color rosa pasó a dominar sus composiciones- época rosa- hasta que inició el camino cubista con Las señoritas de Aviñon. Este estilo dominó su obra hasta 1925, cuando empezó a crear obras de una fuerte expresividad. Ambos estilos fueron mezclados por Picasso en sus centenares de obras, tanto pictóricas como escultóricas, entre la que sobresale Guernica.
En su última etapa hizo particulares versiones de obras de grandes artistas del pasado como Delacroix, Monet y, sobre todo, Velázquez.
Descripción de la obra
Sobre un angustioso escenario arquitectónico en el que apenas se reconocen unas ventanas, un tejado, un suelo de baldosas y una mesa, aparecen nueve figuras: seis personas y tres animales. A pesar del caos aparente, todas estas figuras se estructuran ornamentadamente a partir de una gran pirámide compensada por dos ejes verticales situados en los extremos.
El vértice superior del triángulo se sitúa casi en el mismo centro de la composición, esto es, en lo alto del quinqué que sostiene la mujer que entra por la ventana, y baja en sus diagonales hacia los extremos inferiores del lienzo. Dentro de la superficie dibujada por la pirámide, en el centro, aparece un caballo con una lanza clavada en el costado; a su izquierda, vemos una mujer semidesnuda que huye, y bajo las patas del animal, un soldado descuartizado.
En la parte izquierda, Picasso ordena en sentido ascendente una trágica maternidad y un toro. Al lado del animal, y en la penumbra, se encuentra un pájaro atrapado entre el techo y la mesa. La parte derecha está ocupada por la agónica imagen de una mujer con los brazos en alto, atrapada en un incendio.
El autor consigue plasmas perfectamente el horror y la destrucción derivados de la guerra mediante un lenguaje a medio camino entre el cubismo y el expresionismo, utilizando con gran efectividad los recursos expresivos que le proporcionan ambos estilos. Por un lado, la multiplicidad fraccionada del espacio real presente en la figura del caballo, el toro e incluso en la desfiguración facial de las personas, contribuye a dar la sensación caótica y destructiva de las bombas; por otro, las desgarradoras bocas desmesuradamente abiertas, de cuyo interior, en ocasiones, emerge una afilada lengua, consiguen crear un cénit expresivo difícil de superar.
La luz es totalmente artificial e incluso irreal, pues los supuestos focos_ las ventanas, el quinqué y la lámpara del techo- no producen una iluminación racional, sino que ésta viene marcada por la geometrización y la multiplicidad de puntos de vista cubistas.
En cuanto al color, Picasso utiliza una reducida gama cromática en blanco, negro y gris. Su elección se ha atribuido al impacto causado por las fotografías de los periódicos, y por la influencia de sus grabados realizados en esos mismos años. No obstante, debe advertirse que la no inclusión de un color naturalista a la escena, aumenta el impacto visual de la forma y el gesto.
Temática de la obra
El 26 de Abril de 1937, y en el marco de la Guerra Civil española, los aviones de la legión Cóndor alemana bombardearon la pequeña localidad vasca de Guernica, donde sólo quedaban mujeres, niños y ancianos. Esta masacre, considerada la primera gran matanza de civiles de le época contemporánea, captó rápidamente atención de Picasso, a quien el gobierno de la Segunda República española le había encargado, en enero del mismo año, una gran obra para la Exposición Internacional de París de 1937.
Impresionado por los hechos, el pintos malagueño inició su pintura el 1 de mayo con la intención de denunciar al mundo el ataque aéreo de las fuerzas fascistas.
En general, se ha visto a la mujer con los brazos en alto como la alegoría del dolor físico; la mujer que corre en la parte baja, como la metáfora de quienes fueron perseguidos; y la figura que sostiene a su hijo en brazos, como el símbolo de dolor psicológico de quienes perdieron a sus seres queridos, unido a la impotencia y vulnerabilidad de los inocentes. Tres figuras que representa de un modo resumido las tres crueles consecuencias que conlleva una guerra.
Por otro lado, el soldado descuartizado en la parte inferior- cabeza y brazo- ha sido visto como la alegoría del cisma de las dos Españas enfrentadas.
El personaje que introduce el quinqué por la ventana significaría la voluntad de los supervivientes de dar a conocer al mundo la crueldad de los hechos acontecidos, y la lámpara que cuelga del techo, a modo de ojo, ha sido relacionada con la falsa propaganda nacional que quiero imputar los hechos al bando republicano.
El caballo, relacionados con la población española, habría sido vencido por la fuerza bruta y la sinrazón representada por el toro. En cuanto al pájaro, se ha querido identificar con la paloma de la paz, a quien se ha dejado de lado.
La abierta simbología de los diferentes personajes, objetos y animales, buscada por el propio artista, ha sido motivo de numerosas interpretaciones en las que se ha relacionado cada elemento con infinidad de posibilidades alegóricas. El mismo Picasso, al ser requerido por el verdadero significado de la obra, quiso dejar claro que en el caso de haber querido crear símbolos precisos, lo mejor hubiera sido escribir en lugar de pintar.
A ello añadió que, en definitiva, lo que había en la superficie pictórica eran simplemente cuatro figuras femeninas chillando, un hombre yacente y tres animales que un paraje vagamente urbano y actual, del cual él daba fe de la destrucción y el impacto causado por la caída incontrolada de las bombas.
Al margen del título, nada en el lienzo recuerda explícitamente al pueblo vasco, y es que más allá de recordar lo sucedido, Picasso quiso convertir su obra en un alegato contra la dureza y la crueldad de la guerra en todos sus sentidos.
Finalmente, presentamos un vídeo informativo sobre los aspectos mas importantes de esta obra de la Edad Contemporánea.
Aprende con Arte
miércoles, 22 de mayo de 2013
El arte en la Edad Media
EL JARDÍN DE LAS DELICIAS
Título: Tríptico de El jardín de las delicias
Autor: El Bosco
Cronología: 1500-1505
Estilo: gótico flamenco
Técnica: óleo sobre tabla
Tema: religioso
Localización: Museo del Prado (Madrid)
Biografía del autor
Hieronymus van Aeken es conocido como El Bosco por el nombre de su villa natal. Casado con una mujer de familia acomodada, desarrolló una prestigiosa carrera pictórica en su misma localidad que, aunque bastante apartada de grandes ciudades, era rica y con una animada vida cultural y artística.
El Bosco fue católico ortodoxo y miembro de una hermandad religiosa local, cuya fuerte creencia trasladó a sus obras con extraños y ocultos significados religiosos.
En su época, el artista flamenco gozó de gran fama y, cincuenta años después de su muerte, sus pinturas fueron coleccionadas por el rey de España Felipe II.
Descripción de la obra
El tríptico presenta en cada una de sus tres tablas un mismo esquema compositivo. El espacio escénico se divide en tres franjas horizontales superpuestas que permiten al artista conseguir una gran profundidad de campo. Además, en el caso de dos de ellas- central e izquierda- la fuente se establece como eje de simetría.
En la tabla del "Paraíso", tabla izquierda, se ordenan en ascensión la escena de la Creación, una fuente con los animales y un fantasioso fondo montañoso. En el "Jardín de las delicias" (tabla central), se superponen el grupo de hombres y mujeres, el carrusel de jinetes alrededor del lago y el estanque del adulterio con sus extrañas fuentes. Finalmente, en la tabla derecha se superponen las escenas irracionales de humanos cazados por animales, un putrefacto estanque con sorprendentes construcciones y un sórdido y oscuro paisaje arquitectónico de fondo.
Las tablas central y derecha poseen un gran dinamismo gracias a la gran cantidad de personajes y objetos que aparecen y se interrelacionan, mostrando una magnífica galería de gestos y expresiones, todos ellos tratados con exquisita minuciosidad. Un caos aparente, que se contrapone, en cambio, con el orden y equilibrio que refleja la tabla del Paraíso.
Los colores y la luz son aspectos que El Bosco supedita al tema tratado en cada tabla, con el objetivo de reforzar la idea que en ellas quiere transmitir De este modo, los tonos blancos, verdes y amarillos que dominan en el Paraíso, y todavía prevalecen en la tabla central, confieren a las escenas una gran claridad y serenidad. En cambio, en el Infierno, son usados el rojo, el negro y otras tonalidades opacas como el gris, todas aquellas más cercanas al miedo y al terror.
Temática de la obra
Este tríptico muestra de un modo alegórico el efímero de los placeres de la vida y las terribles consecuencias que se derivan de ellos. En la tabla central, el pintor escenifica uno de los siete pecados capitales: la lujuria. Innumerables hombres y mujeres desnudos reproducen evidentes actitudes lascivas y sexuales, con presencia de frutos salvajes, como las cerezas, las frambuesas, las fresas o las uvas, símbolos de la lujuria. A su vez, las manzanas simbolizan los senos de la mujer y los peces se vinculan al órgano fálico.
En sus segundo plano, alrededor del lago de la Juventud, giran los vicios y en el fondo, se representa el Estanque del Adulterio. En la tabla de la izquierda aparece el nacimiento de Eva- origen del pecado- contemplado por Adán. En la tabla de la derecha se describe con minuciosidad el castigo en el Infierno, habitado por criaturas grotescas y máquinas de tortura.
Cerrado, el tríptico forma la imagen de la creación del mundo en su tercer día, dentro de una esfera de cristal como símbolo de su fragilidad.
A modo de conclusión, dejamos un vídeo donde se puede ver muy bien explicado el tríptico sobre El jardín de las delicias.
Título: Tríptico de El jardín de las delicias
Autor: El Bosco
Cronología: 1500-1505
Estilo: gótico flamenco
Técnica: óleo sobre tabla
Tema: religioso
Localización: Museo del Prado (Madrid)
Biografía del autor
Hieronymus van Aeken es conocido como El Bosco por el nombre de su villa natal. Casado con una mujer de familia acomodada, desarrolló una prestigiosa carrera pictórica en su misma localidad que, aunque bastante apartada de grandes ciudades, era rica y con una animada vida cultural y artística.
El Bosco fue católico ortodoxo y miembro de una hermandad religiosa local, cuya fuerte creencia trasladó a sus obras con extraños y ocultos significados religiosos.
En su época, el artista flamenco gozó de gran fama y, cincuenta años después de su muerte, sus pinturas fueron coleccionadas por el rey de España Felipe II.
Descripción de la obra
El tríptico presenta en cada una de sus tres tablas un mismo esquema compositivo. El espacio escénico se divide en tres franjas horizontales superpuestas que permiten al artista conseguir una gran profundidad de campo. Además, en el caso de dos de ellas- central e izquierda- la fuente se establece como eje de simetría.
En la tabla del "Paraíso", tabla izquierda, se ordenan en ascensión la escena de la Creación, una fuente con los animales y un fantasioso fondo montañoso. En el "Jardín de las delicias" (tabla central), se superponen el grupo de hombres y mujeres, el carrusel de jinetes alrededor del lago y el estanque del adulterio con sus extrañas fuentes. Finalmente, en la tabla derecha se superponen las escenas irracionales de humanos cazados por animales, un putrefacto estanque con sorprendentes construcciones y un sórdido y oscuro paisaje arquitectónico de fondo.
Las tablas central y derecha poseen un gran dinamismo gracias a la gran cantidad de personajes y objetos que aparecen y se interrelacionan, mostrando una magnífica galería de gestos y expresiones, todos ellos tratados con exquisita minuciosidad. Un caos aparente, que se contrapone, en cambio, con el orden y equilibrio que refleja la tabla del Paraíso.
Los colores y la luz son aspectos que El Bosco supedita al tema tratado en cada tabla, con el objetivo de reforzar la idea que en ellas quiere transmitir De este modo, los tonos blancos, verdes y amarillos que dominan en el Paraíso, y todavía prevalecen en la tabla central, confieren a las escenas una gran claridad y serenidad. En cambio, en el Infierno, son usados el rojo, el negro y otras tonalidades opacas como el gris, todas aquellas más cercanas al miedo y al terror.
Temática de la obra
Este tríptico muestra de un modo alegórico el efímero de los placeres de la vida y las terribles consecuencias que se derivan de ellos. En la tabla central, el pintor escenifica uno de los siete pecados capitales: la lujuria. Innumerables hombres y mujeres desnudos reproducen evidentes actitudes lascivas y sexuales, con presencia de frutos salvajes, como las cerezas, las frambuesas, las fresas o las uvas, símbolos de la lujuria. A su vez, las manzanas simbolizan los senos de la mujer y los peces se vinculan al órgano fálico.
En sus segundo plano, alrededor del lago de la Juventud, giran los vicios y en el fondo, se representa el Estanque del Adulterio. En la tabla de la izquierda aparece el nacimiento de Eva- origen del pecado- contemplado por Adán. En la tabla de la derecha se describe con minuciosidad el castigo en el Infierno, habitado por criaturas grotescas y máquinas de tortura.
Cerrado, el tríptico forma la imagen de la creación del mundo en su tercer día, dentro de una esfera de cristal como símbolo de su fragilidad.
A modo de conclusión, dejamos un vídeo donde se puede ver muy bien explicado el tríptico sobre El jardín de las delicias.
sábado, 27 de abril de 2013
La Alhambra de Granada
La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada,
España. Se trata de un rico complejo palaciego y fortaleza que alojaba al
monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada. Su verdadero atractivo no
sólo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte
andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje
nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza preexistente.
HISTORIA
La Alhambra es una ciudad amurallada (medina) que ocupa la
mayor parte del cerro de La Sabika. La Granada musulmana tenía su propio
sistema de amurallamiento. Aquí se encontraban todos los servicios propios
y necesarios para la población que vivía allí: palacio real, mezquitas,
escuelas, talleres, etc.
En 1238 entra en Granada por la Puerta de Elvira, y para ocupar el Palacio del Gallo del Viento,
Mohamed-Ben-Nazar, llamado Al-Ahmar el Rojo (ya que tenía la barba roja).
Cuando Al-Ahmar (Mohamed Ben Nazar) entró triunfador en Granada en ese año de 1238, la población le
recibió con el grito de «Bienvenido el vencedor por la gracia de Alá», él respondió: «Solamente Alá vence». Éste es el lema del escudo nazarí y también está escrito por toda la Alhambra. Al-Ahmar construyó el primer núcleo del palacio. Su hijo Mohamed II, que fue amigo de Alfonso X el Sabio, lo fortificó.
El estilo granadino en la Alhambra es la culminación del
arte andalusí, lo que ocurrió a mediados del siglo XIV con Yusuf I, que
construyó la Torre de Comares, y con Mohamed V, quien edificaría el Patio de
los Leones.
En 1492, con la conquista de Granada por los Reyes Católicos, la Alhambra pasa a ser palacio real. Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, fue el primer alcaide cristiano de la Alhambra. Hernando del Pulgar, cronista de la época, cuenta: «El conde de Tendilla y el Comendador Mayor de León, Gutierre de Cárdenas, recibieron de Fernando el Católico las llaves de Granada, entraron en la Alhambra y encima de la Torre de Comares alzaron la cruz y la bandera».
La ocupación napoleónica supuso un episodio negativo para la Alhambra. En 1812, el ejército francés, en
su retirada de Granada, decidió volar la Alhambra con diversas cargas explosivas conectadas por un reguero de pólvora. Para entonces ya se habían venido abajo algunos torreones defensivos, como la Torre de los Siete Suelos. Sólo el arrojo de un soldado español pudo evitar su total destrucción, al interrumpir el curso de las explosiones.3 El Comité del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco declaró la Alhambra y el Generalife de Granada como Patrimonio de la Humanidad en su sesión del día 2 de noviembre de 19844 y
cinco años después, el barrio de El Albaicín, antigua ciudad medieval musulmana, obtuvo la misma denominación como extensión de la declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad de La Alhambra y el Generalife.
DESCRIPCIÓN DE LOS EDIFICIOS
Alcazaba
La alcazaba constituía la zona militar,
centro de la defensa y vigilancia del recinto y con ello fue la parte de
construcción más antigua de la Alhambra. Las primeras edificaciones árabes
realizadas se corresponden con la época califal, en el siglo XI, ampliándose
las mismas al convertirse Granada en capital de uno de los reinos de Taifas.
Palacios nazaríes (principales estancias)
Los palacios nazaríes
son el conjunto formado por el Palacio de Comares, construido en primer lugar,
y el Palacio de los Leones. Cronológicamente fueron levantados después de la
alcazaba, el generalife y el Partal, siendo su construcción del primer tercio
del siglo XIV. Constituía la sede de las funciones administrativas, de la
corte, protocolo y retiro y disfrute privado. Al bajar las escaleras de acceso,
se van encontrando las siguientes dependencias:
Mexuar
Es la sala más antigua. En época árabe
servía de sala de audiencia y justicia para casos importantes. Tenía una cámara
elevada cerrada por celosías donde se sentaba el sultán a escuchar sin ser
visto. No existían las ventanas laterales. Tenía el techo abierto en su parte
central. Al fondo se encuentra una pequeña habitación, que servía de oratorio,
desde donde se divisa el Albaicín, se encuentra orientado de forma diferente a
la muralla, para cumplir su función religiosa. La decoración es el resultado de
multitud de intervenciones entre el siglo XVI y el siglo XX. En tiempos
cristianos se utilizó esta sala como capilla. A continuación se entra en un
patio con fuente en el centro y una cámara a la izquierda, denominado patio del
Mexuar.
Patio del Mexuar o del Cuarto Dorado
No se conoce con certeza el destino dado a
esta zona en época árabe. Si se conoce que se adaptó como habitación para
Isabel de Portugal, para su estancia en la Alhambra, aunque nunca llegó a
ocuparla. En la fachada del cuarto destacan los capiteles de su arco de
entrada. Dentro del cuarto sobresale la techumbre, en madera de cedro, y
decoración de piñas y conchas. Bajo él, ventanas cerradas con celosías. Dos
portadas rectangulares bordeadas de cenefa de cerámica. La estancia está
decorada con pinturas góticas y escudos y emblemas de los Reyes Católicos.
Existen dos puertas, una que conduce al
palacio oficial y otra que no conduce a ningún lugar. La que conduce al palacio
es más sencilla que la otra, se trataba así de confundir a los asaltantes y
ladrones.
Vista del denominado patio de los
arrayanes, de la alberca o de Comares, en el fondo se contempla el torreón de
Comares.
La fachada del palacio fue erigida por
mandato del Mohamed V, siendo inaugurada en 1370, es una fachada interior que
no anticipa la majestuosidad del interior del palacio.
Sala de la Barca
Desde la galería norte del Patio de los Arrayanes y a través de un arco apuntado de mocárabes,
accedemos a la sala de la Barca, llamada así ya que presenta ricas yeserías con el escudo nazarí y dentro de él, la palabra «Bendición», que en árabe se dice "Baraca", y que los castellanos escucharon como "Barca. En esta sala existió una bóveda semicilíndrica que fue destruida por el fuego del incendio de 1890, sustituida por una reproducción de aquella que fue totalmente terminada en 1964. Los muros presentan las yeserías con el escudo nazarí y la palabra «Bendición» y el lema de la dinastía «Sólo Dios es vencedor».
La sala se encuentra rodeada por un zócalo en cuyos extremos encontramos alcobas con zócalos de
azulejos, que revisten las columnas que sujetan arcos peraltados y festoneados de mocárabes y pechinas. Desde aquí se accede al Torreón de Comares, presidido por el Salón de los Embajadores.
Desde el patio de los Arrayanes destaca en uno de sus extremos, el imponente torreón de Comares, se
accede a él por la sala de la barca. El salón de Comares es la estancia más amplia y elevada de todo el palacio. Ocupa el interior de la Torre de Comares, dominando con su vista el valle del Darro. Presenta una planta cuadrada de 11 metros de lado y 18 de altura, originalmente el suelo era de mármol y en la
actualidad de barro. En el centro de la sala se puede observar un cuadrado con el nombre de Alá escrito sobre azulejos. Es un lugar con un contenido poético muy rico ya que podemos encontrar distintas composiciones como alabanzas a Dios y al emir y también algunos fragmentos del Corán. Cada centímetro de la pared está cubierto por algún elemento decorativo. En los laterales del salón hay 9 alcobas, tres por cada uno de los lados del salón, correspondiendo la alcoba central del lado norte al sultán, también se abren una serie de ventanas cerradas antiguamente por celosías de madera y vidrieras de colores llamadas cumarias, (de ahí el nombre de comares). Todas las paredes están cubiertas de yeserías con motivos de conchas, flores, estrellas, escrituras. Sala policromada: oro en el relieve, colores claros en lo profundo. Zócalo decorado con azulejos. El suelo original era de cerámica vidriada en blanco y azul con escudos de armas como motivos ornamentales. Las paredes están, además, decoradas con versículos coránicos y poemas realizados en yesería, lo que le debían conceder a esta sala en sus orígenes, con la decoración que no nos ha llegado, con sus juegos de luz y su ambiente cortesano, una de las salas palaciegas más impresionantes del mundo islámico. La calefacción era de braseros y la iluminación con lámparas de aceite.
Vista general de la Alhambra
El techo es una representación del Universo,
quizás una de las mejores representaciones de la Edad Media. Realizado en
madera de cedro con incrustaciones de maderas de diferentes colores, va
formando estrellas superpuestas que forman diferentes niveles. En el centro y
lo más elevado está el Escabel sobre el que se establece Dios-Alláh según los
relatos coránicos. Desde éste se van repitiendo las figuras geométricas que
dividen el techo en siete espacios, que representan los 7 cielos que descienden
consecutivamente hasta este mundo: el 7 es uno de los números simbólicos por
excelencia. Entre todos ellos configuran el Trono, que es el símbolo de la
creación entera. Este uso simbólico de cosmología coránica -con tantas
alusiones al Escabel, el Trono, al Rey que se asienta sobre él- tiene una clara
intención de legitimar al soberano como representante (jalifa de donde viene
califa) de Dios en la tierra. El hecho de que el salón fuese el salón del
trono, que estaba situado en su centro, justo debajo del escabel divino, es una
clara referencia a esto. Pero la simbología de la sala no acaba ahí: las 4
diagonales del Techo de Comares representan los cuatro ríos del Paraíso y el
Árbol del Mundo (o Axis Mundi), que teniendo sus raíces desde el Escabel se
expande por todo el Universo. Pero no acaba ahí su simbología: las alcobas,
nueve presentes (tres en cada muro), más tres omitidas para dejar el paso a la
sala de la baraka, son una referencia a las doce casas zodiacales, en
correspondencia con el papel de séptimo cielo que ocupa esa altura.
Salimos otra vez al Patio de los
Arrayanes. En un extremo del lado izquierdo del patio, un pequeño arco sirve de
ingreso a un pasadizo por el que se llega a la zona privada del monarca, el
Harén.
El Patio de los Leones.
Se comenzó su construcción en 1377,5 por deseo de Mohamed V, hijo de Yusuf
I, siendo su alarife mayor Abén Cecid, concluyéndose trece años después. Los
árabes de Granada, antes de llamar al Patio de los Leones Sahan al-Osud, lo
hicieron con la denominación de Al-Haram. De planta ligeramente trapezoidal, el
lado oriental es mayor que el que da a poniente (el de la sala de Mocárabes),
el largo del conjunto, -219 pies, incluyendo las salas de Mocárabes y Reyes es
igual al triple del ancho del Patio en su lado menor o de poniente (73 pies)-,6
rodeado por una esbelta galería con 124 columnas de mármol blanco de Macael
(Almería), las cuales se agrupan, a más de las exentas, en conjunto de dos,
tres, y hasta cuatro en las esquinas, sustentando, o bien sólo apuntalando, las
arcadas de filigrana, siendo simétricos los lados mayores y asimétricos los
menores, de los que avanzan sendo pabellones hacia el patio, en cuya
intersección de ejes transversales y longitudinal se ubica la fuente con los
doce leones que le da nombre. Alrededor, las alcobas, salas privadas del sultán
y esposas con piso alto abierto, falta de ventanas que miren al exterior, pero
con jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso. De cada
sala fluyen 4 arroyos que van al centro: los 4 ríos del paraíso. Las columnas
se unen con paños calados que dejan pasar la luz. Fustes cilíndricos muy
delgados, anillos en la parte superior, capiteles cúbicos sobre los que corren
inscripciones. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales
en verticales. Los dos templetes que avanzan a los dos lados opuestos del patio
son como un recuerdo de la tienda de campaña de los beduinos. Son de planta
cuadrada, decorados con cúpulas de madera que se apoyan en pechinas de
mocárabes. El alero es obra del siglo XIX. Toda la galería está techada con
artesonado de lacería.
Fuente de los Leones
Los últimos datos conseguidos gracias a la
restauración de los leones y la taza de la fuente han podido indicar que, tanto
los leones como la taza, datan del siglo XIV y de la misma procedencia y
material (mármol de Macael, Almería) siendo fabricada la fuente en su conjunto,
tanto leones como taza, al mismo tiempo. Este descubrimiento viene a rectificar
las informaciones que indicaban la procedencia de los leones de un palacio,
anterior a la alhambra, perteneciente al primer visir de la dinastía zirí
Samuel Ibn Nagrella. A su vez, se ha podido descubrir tres tipologías de leones
en base a sus elmentos formales diferenciadores. Cada una la conforma un grupo
de cuatro leones con similitud dos a dos en sus rasgos: nariz, pelaje de la
melena, fauces y posición y relieve de la cola.
La fuente de los leones tiene diversas significaciones o simbologías,
ninguna de ellas corroboradas. Por una parte los doce leones tienen una
simbolización astrológica, cada león alude a un signo zodiacal. Por otra, tiene
una significación política o mayestática que está relacionada con el templo del
rey Salomón (puesto que hay una inscripción en la fuente referida a este) y el
mar de bronce del mismo templo. Por última y la más importante, alude a un
símbolo paradisíaco refiriéndose así a la fuente, originaria de la vida y los 4
ríos del Paraíso. Pero lo que sí se puede decir, es que la fuente como tal es
una alegoría del poder que reside en el sultán.
Palacio de Carlos V
Su nombre procede de que fue realizado
para residencia del emperador Carlos, aunque no queda constancia de que nunca
llegara a habitar en él. Está situado junto al Palacio nazarí de Comares, y
representa un gran contraste con la arquitectura islámica del resto del recinto.
Presenta planta cuadrada, con patio circular, fue diseñado por Pedro Machuca.
Sorprendente por el año de construcción (1527), muy temprano para sus
características que lo encuadran dentro del manierismo: columnas dóricas en el
primer piso, jónicas en el segundo, y friso con cabezas de toro (bucráneos) de
tradición grecorromana. En algunos aspectos, repite o anticipa ciertas
soluciones arquitectónicas del manierismo en Italia, lo que se explica por la
estancia de Machuca en dicho país y por su habilidad para desarrollar con
inventiva propia ciertos rasgos del incipiente estilo manierista. La
construcción se vio interrumpida en el siglo XVII, hasta que se completó en el
siglo XX.
Su fachada es totalmente renacentista. El primer cuerpo, estilo toscano con
almohadillado. El segundo con elementos de decoración del barroco. Sobre la
puerta principal, dos estatuas aladas de mujer reclinadas en el frontón.
Arriba, 3 medallones enmarcados en mármol verde. En los laterales, escenas de
Hércules. Los anillos de hierro de la parte baja son pura decoración.
Generalife
El Generalife, el Yannat al-arif en
tiempos nazaries, es la villa con jardines utilizada por los reyes musulmanes
de Granada como lugar de retiro y descanso. La parte más importante está
constituida por sus jardines, fue concebida como villa rural, donde jardines
ornamentales, huertos y arquitectura se integraban, en las proximidades de la
Alhambra. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se inició su construcción durante los siglos XII y XIV y fue transformado
por Abu I-Walid Isma'il. Es de estilo árabe nazarí y está situado en el lado
septentrional de la Alhambra.
A modo de conclusión ofrecemos dos vídeos donde se puede apreciar la Alhambra de Granada.
viernes, 19 de abril de 2013
El Partenon
Conocemos con el nombre
de Partenón al templo dedicado a la diosa Atenea. Data del siglo V a.C.
y es el punto protagónico de la Acrópolis ateniense. Se le considera el
edificio existente más importante de la Grecia Clásica y ha sido y es, modelo
arquitectónico e inspiración de infinidad de obras. Por sus proporciones y
exquisitez, supone el mejor ejemplo del orden Dórico y tanto su estructura como
las piezas escultóricas que lo decoraban, son obras de arte de valor
incalculable.
Se encuentra en la Acrópolis de Atenas, y está
dedicado a la diosa Atenea, diosa patrona de la ciudad. Es e principal templo
de la Grecia antigua y está considerado como uno de los edificios más hermosos.
Su construcción se realizó en estilo dórico, con unas dimensiones de 69,5x31m,
con una altura de 10,93m.
El edificio se construyó
en el mismo emplazamiento de un templo anterior, el Hecatompedón, construido
antes de las Guerras Médicas, que fuera destruido por los persas. La
construcción está hecha casi exclusivamente en mármol blanco del Pentélico.
Iniciado por Pericles, estuvo a cargo de los arquitectos Ictino y Calícrates,
entre 447 y 432 aC, contaron con la colaboración del gran escultor ateniense,
Fidias, quien realizó la decoración escultórica de los frisos, y la gran
estatua de Atenea, en oro y marfil, que estuviera situada en el centro del
templo.
Mientras estuvo en pie, mantuvo su
carácter religioso, siendo sucesivamente, iglesia bizantina, iglesia latina y
mezquita musulmana. En 1687, fue empleado como depósito de pólvora por los
turcos. Durante el sitio veneciano, bajo el mando del almirante Morosini, una
bomba cayó sobre el templo, destruyendo la mayor parte del edificio.
A principios del siglo XIX, el embajador británico en Constantinopla retiró
la mayor parte de los frisos, para trasladarlos a Inglaterra, al Museo
Británico, donde permanecen. Pero se conservó la fachada occidental en buenas
condiciones.
Arquitectura del Partenon
La nave central tenía un ancho de 10m, y dentro de la cella, se dispusieron las columnatas conformando una planta en U. en la zona oeste, se encontraba el basamento de la estatua de Atenea Parthenos, con un estanque poco profundo, que producía un efecto reflejante. Las cellas estaban cerradas por puertas de bronce. La cella este, estaba dedicada a Atenea Polías, protectora de la ciudad.
Arquitectura del Partenon
Inicialmente, el diseño
del Partenón estuvo
condicionado por la enorme estatua de Atenea que Fidias esculpiera. La estatua
tenía una altura de 12m, lo cual demandaba una cella de más de 18m de ancho, y
dividida en tres naves por medio de una doble columnata, compuesta por dos
órdenes dóricos superpuestos.
La nave central tenía un ancho de 10m, y dentro de la cella, se dispusieron las columnatas conformando una planta en U. en la zona oeste, se encontraba el basamento de la estatua de Atenea Parthenos, con un estanque poco profundo, que producía un efecto reflejante. Las cellas estaban cerradas por puertas de bronce. La cella este, estaba dedicada a Atenea Polías, protectora de la ciudad.
La decoración escultórica es una
combinación de triglifos y metopas, alternados en frisos, donde se representan
escenas mitológicas. Las partes del templo estaban pintadas en vivos colores.
Las metopas representaban la gigantomaquia en el lado este y la amazonomaquia
en el oeste, la centauromaquia en el sur y la guerra de Troya en el norte. Cada
tímpano tiene una escena mitológica. En la entrada principal se representa el
nacimiento de Atenea y en el contrafrente, la lucha entre Atenea y Poseidón.
Este edificio es un ejemplo claro de la excelencia en cálculos matemáticos
que los griegos poseían. También lograron reducir el efecto de perspectiva que
las columnatas producirían debido a su altura, realizando un pequeño
ensanchamiento en las columnas, hacia la parte alta, para compensar la
disminución que se da por deformación visual.
La construcción comenzó en el 447 a.C y fue completado casi
en su totalidad en el 432 a.C. La decoración se terminó un año más tarde.
Entre los restos del Partenón se encontraron apuntes económicos de su
construcción. Así sabemos que lo más caro de toda la obra fue el traslado de la
piedra desde el Monte Pentelicus hasta la Acrópolis, aproximadamente 16
kilómetros.
Las medidas de la base del Partenón son 69.5 metros por 30.90 metros. El
monumento tiene 46 columnas exteriores y 19 interiores. En el Partenón había
sólo una pieza esculpida por el propio Fidias. Se trataba de la estatua de
Atenea que se encontraba en la naos,
la sala más importante y corazón del templo.
En el 1444 los Otomanos conquistan Atenas. En un principio utilizaron la
estructura del Partenón y la iglesia como polvorín para luego transformarlo en
una mezquita, llegando a construir un minarete que fue derribado en 1832.
El 26 de septiembre de 1687 los venecianos bombardean el Partenón destruyendo
en gran medida la estructura clásico y la mezquita. Ese día se destruyen muchas
de las esculturas que seguían embelleciendo al monumento.
En 1806, durante el dominio turco y con permiso del gobernador, el 7mo.Conde de
Elgin Thomas Bruce extrae las esculturas que quedaban y las lleva a Londres
donde las vende 10 años después al Museo Británico.
Los Frisos del Partenon
Existen más partenones en el mundo como por ejemplo el de paestum
que además se encuentra mejor conservado.
Los Frisos del Partenon
El friso del Partenón es
un bajorrelieve de mármol pentélico que rodeaba la parte superior de la cella
del Partenón en Atenas. Tenía una longitud total de 160 metros y una altura
aproximada de un metro y representaba la gran procesión de las Panateneas, una
festividad en honor de la diosa Atenea. Consta de 115 bloques y en él aparecen
representadas 378 figuras humanas y divinas y más de 200 animales,
principalmente caballos. Grupos de hombres a caballo y de carros cubren la
mayor parte de los frisos, les siguen los animales sacrificados y hombres y
mujeres con objetos ceremoniales sagrados y ofrendas.
En el centro del ala
este, encima de la entrada del templo, estaba representada la entrega del peplum
a la diosa Atenea, en lo que suponía el acto de culminación de celebración de
las Panateneas. A izquierda y derecha se hallan sentados los doce dioses
olímpicos.
Del friso, 50 metros se encuentran en el Museo de la Acrópolis, 80 en el
Museo Británico, un relieve en el Louvre, mientras que otros fragmentos se
hallan diseminados en distintos museos en Palermo, el Vaticano,
Wurzburgo, Viena, Munich y Copenhague .
Montaje de las columnas
Los tambores de las columnas eran izados y colocados en su sitio mediante grúas enganchando unas cuerdas en las espigas que se dejaban en los costados. Luego los fijaban con unos pequeños vástagos metálicos embutidos en unos tacos de madera que, a su vez, se empotraban en el centro de cada tambor. La parte superior de la columna incluía el ábaco y el equino del capitel, así como las veinte estrías que se terminaban por completo antes de colocarla en su sitio.
A modo de conclusión, exponemos un vídeo sobre la reconstrucción del Partenon para poder ver todos los cambios que se han producido.
Un poco de Historia
Para
conmemorar la victoria sobre los persas en Maratón en el año 490 a.C., los
atenienses decidieron construir un templo a Atenea sobre la colina sagrada de
la Acrópolis, que dominaba la ciudad. Diez años después, un nuevo ejército
persa irrumpió en Grecia y, tras franquear el paso de las Termópilas, arrasó la
ciudad de Atenas. Los vengativos persas se ensañaron especialmente con los
edificios religiosos de la Acrópolis, de modo que el nuevo templo, que estaba
todavía en fase de construcción, fue destruido hasta sus cimientos. Durante más
de tres décadas, la Acrópolis permaneció en ruinas hasta que Pericles,
aprovechando la buena situación militar y económica de Atenas, propuso a los
atenienses su reconstrucción. La pieza clave del ambicioso proyecto era un nuevo
templo a Atenea, la diosa tutelar de la ciudad, que iba a tener diversas
funciones: custodiar el tesoro ateniense; conmemorar la gesta de Maratón o, en
general, de las dos guerras libradas contra los persas, y, sobre todo, ser la
residencia de una enorme estatua criselefantina (en oro y marfil) que debía
realizar Fidias, amigo de Pericles y supervisor general de todo el proyecto. De
hecho, se puede decir que templo y estatua estaban construidos el uno para la
otra.
¡Bienvenidos!
Buenos días a todos y todas. Bienvenidos a nuestro bloc sobre la historia de Grecia y Roma. Aquí encontraréis diversa información relacionada con el tema que vamos a presentar, El Partenón. Esperamos que os sirva de gran ayuda en vuestro ambiente escolar y que podáis aprender mucho con este bloc.
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